Crónica de una casi expulsión [II]
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Le disgustó tremendamente haber llegado a tal situación, quería acabar cuanto antes con esa farsa. Mientras redactaba la respuesta, quedaba pendiente solo una cosa, la conversación con LPR. Después de un extenso intercambio de opiniones llegaron a un acuerdo, y LPR –con la precoz soberbia del lector empedernido- hizo mea culpa y accedió acompañar a Wasa, cuando este fue a entregar la repuesta, para aclarar y rectificar sus palabras. Wasa le prometió un puñetazo a LPR que nunca consumó. Fumaron la pipa de la paz. Así que a usted le va el rollo contestatario, parece que tenemos un nuevo Hildebrandt, fueron las palabras del CA al leer la respuesta de Wasa, que había expresado su total disconformidad con las denuncias que se le hacían y la manera de preoceder del profe. La carta causó agradable sorpresa en el CA, mas le recomendó cambiar una par de líneas algo excesivas a su parecer. LPR tuvo su oportunidad de rectificar. Este intercambio de pareceres con el profe, por medio de terce