No nos gusta compartir

Muchas veces los peruanos nos caracterizamos por ser trabajadores, modestos y criollos. Durante nuestra historia se han suscitado episodios donde hemos respondido positivamente como nación: cuando brindamos donaciones a las víctimas del terremoto en Pisco o a los damnificados del fenómeno del Niño costero.

Por el contrario, existen situaciones y contextos determinantes que nos han puesto a prueba como sociedad y no hemos salido muy bien parados. El más reciente caso es el de la migración masiva de venezolanos a tierras peruanas. “Vienen a quitarnos el trabajo”, “¿por qué no se quedan luchando en su país?”, “¿quién piensa en los niños de Puno?”, fueron algunas de los frases que más repetimos durante el éxodo.

Esta masiva reacción del pueblo peruano causó alarma en autoridades y medios de comunicación, ya que un discurso xenófobo estaba ganando terreno en gran parte de la población. A pesar que nos mostramos reacios a compartir nuestro suelo con nuestros vecinos latinoamericanos, tampoco exhibimos nuestra mejor cualidad cuando se trata de ayudar al prójimo. 

Según el Ministerio de Salud, el Perú tiene 1.6 donantes de órganos por cada millón de habitantes, siendo una de las tasas más bajas en Latinoamérica. Un ejercicio de generosidad que se mantiene bloqueado debido a mitos infundados como las mafias traficantes de órganos o la inducción anticipada a la muerte.

Situación similar se repite con la donación de sangre. Solo el 5% de peruanos y peruanas donamos sangre de forma voluntaria, según el Minsa. Como vemos, la solidaridad y la empatía son características que, lamentablemente, aún no nos definen como nación.

Pero el panorama no solo es gris. La oportunidad de ejercer el cambio está ahí. Vivimos en la era de la información y la globalización, la esperanza de poder lavarnos la cara ante los ojos del mundo está en nuestras manos y en las de las nuevas generaciones. 

Los contemporáneos aún estamos a tiempo de enseñarle a los más pequeños las formas correctas de ejercer ciudadanía. Es con estas directrices que llevaremos a nuestro Perú hacia un mejor futuro como nación. 

“Hay, hermanos y hermanas, muchísimo que hacer”, César Vallejo.

Fotografía de Paul Vallejos, ganadora del concurso "¿Cómo somos los peruanos?" (2017)