Las 11 reglas del éxito de Bill Gates

El cofundador de Microsoft se ha mantenido como uno de los hombres más poderosos y ricos del planeta durante las últimas décadas. Esto gracias a la combinación de su gran talento para los negocios de la comunicación y al arduo trabajo que le dedicó.

El creador del software más utilizado en el mundo resume la fórmula de su éxito de la siguiente manera: “tuve la fortuna de que lo que me gustaba hacer -que era escribir programación para computadoras- terminó siendo algo importante, y pude emplear a ciertos amigos y ponerlos en el centro de esta revolución de la computación”.

Aquel muchacho fascinado por la informática desde los doce años, que se enmarcó en varios proyectos de computación mientras estudiaba en Hardvard (la abandonó en el último año), no empezó con el propósito de alcanzar el nivel económico que ostenta en la actualidad. “Lo que quería era un software para ayudarme a mí mismo. 30 años después se pudo construir una gran compañía alrededor de todo esto”, declaró en una entrevista en televisión.

En una de sus conferencias universitarias, Bill Gates proclamó uno de los relatos más motivantes para los jóvenes emprendedores que buscan la felicidad y el éxito en la vida. Estas son las 11 reglas de oro:

1. La vida no es justa, acostúmbrate a ello.
2. Al mundo no le importa tu autoestima. El mundo esperará que logras algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.
3. No ganarás U$S 5000 mensuales justo después de haber salido de la universidad y no serás un vicepresidente hasta que con tu esfuerzo te hayas ganado ambos logros.
4. Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.
5. Dedicarse a dar vuelta las hamburguesas no te quita la dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban ‘oportunidad’.
6. Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores, aprende de ellos.
7. Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, limpiar tu ropa y escucharte hablar acerca de la nueva onda en la que estabas. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación.
8. Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, limpiar tu ropa y escucharte hablar acerca de la nueva onda en la que estabas. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación.
9. La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.
10. La televisión no es la vida diaria. En la vida cotidiana, la gente de verdd tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.
11. Sé amable con los “NERDS” (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.

Consejo a los jóvenes

“Persigan su afán por saber, encuentren algo que les guste hacer y que asegúrense de tener una buena educación. Muchos de los trabajos que pagan bien requieren de una formación universitaria. Ahora, si tienes una idea empresarial, mejor aún. Pero aprender a usar computadores es una herramienta que otorga ventajas en casi todas las actividades como el diseño o el turismo. La era digital está cambiando; el mundo y los niños tienen mucha ventaja porque saben mucho más de eso que los adultos.”

Naciendo en el seno de una familia adinerada, la historia de Bill Gates es increíble porque él no vino de abajo, sino que ya lo tenía todo. Sin embargo, él decidió hacer su propia fortuna, eligió por sí mismo y luchó por su sueño hasta volverlo realidad. Logró que en cada casa hubiera una computadora.